Ecuador: Una dolarización tan útil
Pablo Lucio Paredes
pabloluc@uio.satnet.net
A inicios del 2000, Ecuador decidió adoptar formalmente al dólar como su moneda. Lo hizo luego de que la gente fue perdiendo confianza en su propia moneda (el sucre) de manera cada vez más acelerada. Habíamos pasado de 25 sucres por dólar en 1980 a 5.000 en 1998, y luego a 25.000 a inicios de 2020 en apenas 2 años. El mensaje era claro: la gente caminaba hacia la dolarización informalmente.
Se dio el paso y podemos en perspectiva evaluar sus resultados que son altamente positivos.
Inflación. Había subido sostenidamente de 12% en los años 70 y andaba camino al 100% (y probablemente mucho más) a finales de los 90. Intentamos mil mecanismos posibles, en particular todos los esquemas cambiarios, sin éxito (salvo entre 1992 y 1995 en que la inflación bajó al 25%): maxi y mini devaluaciones, bandas cambiarias, flotación limpia y sucia, etc. Con la dolarización hemos alcanzado el 2-3% anual. Éxito económico y social muy importante.
Productividad. La actividad empresarial de cualquier tamaño y naturaleza era guiada por la gerencia financiera: ¿cómo, cada día, protegerse (o sacar provecho) de la devaluación, las altas tasas de interés nominales, el jugar con los plazos entre cobros y pagos, y más?. Ahora la guía es la producción: cómo hacer más y mejor. Hemos pasado de un enfoque de especulación financiera a uno de productividad.
Equidad. Antes “los más ricos” tenían un paraguas monetario en dólares que les protegía de las tormentas e incluso les enriquecía, y “los más pobres” un paraguas en sucres que era sometido a los golpes de la inflación y les empobrecía. Y cuánto más se manipulaba el mercado cambiario más fuerte era este sesgo. Ahora todos tenemos el mismo paraguas monetario, ya no hay ese sesgo contra unos y a favor de otros. Esto es de enorme importancia, aunque no siempre se tiene consciencia.
Manipulación. Los “interesados” en manipular la moneda ya han perdido ese poder. En primera instancia el gobierno que tenía un saldo externo positivo (entre exportaciones de petróleo y los flujos de deuda netos), con lo cual le interesaba la devaluación para recibir “más sucres por cada dólar” y la inflación como “impuesto inflacionario”. Y en segunda instancia los exportadores que ganaban competitividad de precios, es decir se tornaban más rentables (a costa de los demás) aunque no mejores. Estas transferencias ocultas eran inaceptables.
Dique contra las malas políticas económicas. Los 10 años del gobierno del “Socialismo del Siglo XX” acumularon casi todas las malas políticas económicas: creciente déficit fiscal, malgasto y despilfarro con corrupción, deuda explosiva, cierre de la economía al exterior vía altos aranceles y alejamiento de los tratados comerciales, manipulación en los mecanismos de precios, uso del Banco Central a pesar de estar dolarizados y obviamente una intromisión muy peligrosa en la justicia y otras instituciones. La receta para un enorme fracaso … que fue evitado y limitado por la dolarización.
¿Se resolvieron todos los problemas? Por supuesto que no, no existen los milagros “fáciles”. La dolarización pone un marco de estabilidad de enorme importancia, pero hay temas estructurales, tanto económicos como políticos o culturales, que la sociedad debe construir.pabloluc@uio.satnet.net