Dolarización versus otras reformas monetarias
En Argentina, se sigue discutiendo la dolarización y las posibles propuestas alternativas que podrían llevarse a cabo por el próximo gobierno. Se han mencionado opciones como la convertibilidad con el real, la competencia de monedas, la independencia del BCRA (por ley o reforma constitucional), copiar lo que hicieron otros países de la región, entre otras.
Si bien estas propuestas pueden ser viables en teoría, hay dos problemas importantes al momento de ponerlas en práctica. En primer lugar, los supuestos necesarios para que funcionen no siempre se cumplen (por ejemplo, los argumentos de área monetaria óptima en el caso de una convertibilidad con el real). En segundo lugar, estas reformas monetarias no son creíbles, lo que significa que tienen sus días contados al momento de lanzarse.
Hay que aclarar un punto. Es posible diseñar varios parches monetarios que duren por algún tiempo. Pero lo realmente importante es encontrar una solución duradera y creíble para el país que permita avanzar de manera sostenida en el frente fiscal. Nuestra propuesta de dolarización apunta a lo segundo, no a lo primero.
Desafortunadamente, en Argentina ni siquiera se respeta la constitución, y la política de corto plazo suele tener prioridad sobre cualquier otra consideración. En términos de anomia institucional, Argentina está fuera de escala. La credibilidad es uno de los supuestos implícitos en los modelos formales fáciles de olvidar.
El costo de un nuevo fracaso de un plan antinflacionario puede ser muy alto, puede dejar al país en una “trampa de pobreza” de la cual va a ser muy difícil salir. Por esto nuestra propuesta busca minimizar la probabilidad de fracaso. No buscamos, como parece ser el objetivo de otras iniciativas, condicionar pero maximizar el rol de la política monetaria doméstica. ¿Puede Argentina resistir otra crisis cambiaria? ¿Vale la pena correr el riesgo de optimizar la independencia monetaria sobre minimizar la probabilidad de fracaso?
En última instancia, lo que diferencia a quienes están a favor y en contra de la dolarización son diferentes supuestos sobre el grado de credibilidad que puede generar la política argentina. La historia del país sostiene la hipótesis de que no hay credibilidad suficiente. Lo que no se ven son argumentos sólidos que sostengan que la política argentina tiene la credibilidad necesaria para adoptar estos planes alternativos de modo tal que los planes alternativos a una dolarización sean creíbles y duraderos en lugar de parches monetarios.
A diferencia de otros planes que buscan mantener al peso, la credibilidad de una dolarización tiene mayor independencia de la política local.