Moneda Común con Brasil: Un Mala Aplicación de la Teoría de las Áreas Monetarias Óptimas
El reciente anuncio de una moneda en común con Brasil no pasó desapercibido.1 Tomando como referencia la teoría de las áreas monetarias óptimas (OCA por sus siglas en inglés), algunos economistas y analistas recomiendan el proyecto de una moneda común con Brasil y otros países de la región.
Este tema lo hemos comentado varias veces en este blog (aquí, aquí, y aquí). En este post quiero enfatizar un par de puntos relacionados con argumentos a favor de una moneda común con Brasil y en contra de una dolarización.
En lo que respecta a una defensa de una moneda en conjunto con Brasil, el primer punto es que, si nos guiamos por la OCA, es más probable que Argentina deba ser dividida en subregiones monetarias en lugar de lanzar una moneda común con Brasil. Una aplicación consistente de la OCA debe mirar hacia adentro del país, y no sólo hacia afuera.
El segundo punto es que los beneficios de una moneda común se materializan si en cada país que se va a unir a una zona monetaria se demanda la moneda que dicho país emite. En este caso, se asume que en Argentina se demanda el peso y en Brasil se demanda el real. Guste o no, este no es el caso. En Argentina se demandan dólares, no pesos. Lanzar una moneda común con Brasil implica la difícil tarea de forzar que el público utilice una moneda que no demanda.
En lo que respecta a las críticas a una dolarización, el primer punto es olvidarse que el dólar es la moneda de reserva internacional. Analizar la conveniencia de una dolarización mirando sólo Estados Unidos es sesgado. Al dolarizarse Argentina se conecta al mercado internacional, no sólo al americano.
Un segundo punto es mirar sólo el comercio de bienes y servicios (la cuenta corriente en la balanza de pagos) y olvidarse lo sensible que es Argentina a movimientos de capitales (sudden stops, la supuesta “restricción externa”, etc.) Estos movimientos de capitales se dan principalmente en dólares, no en reales.
Agrego un tercer punto no menor. Una dolarización también elimina el problema del descalce cambiario del Tesoro.
Como comenta
en su último post, de pensar una moneda en común con Brasil, tiene más sentido mirar la propuesta de Mundell, donde el real sería convertible a una canasta de tres monedas: el yen, el dólar, y el euro.En resumen, la defensa de una moneda en común con Brasil y las críticas a la dolarización en base a la OCA parecen ser argumentos forzados.
Más precisamente, el anuncio hace referencia a mecanismos que permitan a la Argentina y Brasil evitar el uso de dólares en el comercio bilateral. Esto no implica necesariamente una moneda común.