Una alternativa que el economista Jorge Ávila viene proponiendo desde 2004 sería la de internacionalizar completamente el sistema bancario. Es decir, permitir que sólo bancos extranjeros con calificación crediticia “AAA” puedan desarrollar la actividad de banca comercial minorista dentro del territorio argentino. Una ventaja obvia de este esquema es que los bancos centrales de aquellos países donde estos bancos tienen su casa matriz actuarían como prestamistas de última instancia, por lo cual una corrida bancaria tendría baja probabilidad de ocurrencia. En un mundo ideal esta alternativa ofrecería la máxima protección a los depositantes, ya que el gobierno argentino no podría vulnerar derechos adquiridos en jurisdicciones extranjeras.
Parece muy razonable la refutación a la postura de Avila, pero sigo sin comprender como evitaríamos una corrida contra depósitos sin prestamista de última instancia, problema que se va a ver todavía más agravado por la creciente velocidad de circulación de la información como demuestran las recientes corrida en USA.
Parece muy razonable la refutación a la postura de Avila, pero sigo sin comprender como evitaríamos una corrida contra depósitos sin prestamista de última instancia, problema que se va a ver todavía más agravado por la creciente velocidad de circulación de la información como demuestran las recientes corrida en USA.